El 2011 terminó con sabor a fiesta sobre las tablas, pues el musical TuLima recreó con actuación y baile el panorama de la capital en los años cincuenta. Fue de las puestas que mejor captó la atención del amplio público. Un trabajo mancomunado de la coreógrafa Vania Masías, la directora teatral Rocío Tovar y el músico Lucho Quequezana Fue un año prolijo en las tablas para el cineasta Pancho Lombardi, quien presentó en el circuito miraflorino dos trabajos: su versión de la comedia dramática Las tres hermanas, clásico de Anton Chéjov, y Cosecha. Trilogía de las altas llanuras, de David Wright Crawford, un elogio a la madurez en tres tiempos. Uno de los mejores directores del medio, Roberto Ángeles, con 35 años de carrera, entregó La doble inconstancia, comedia ambientada en el siglo XVII, de Pierre Marivaux, con Pietro Sibille y César Ritter. Fue un año de comedias para Sibille, pues cerró 2011 como parte del elenco de Astronautas, que presentó el colectivo Víaexpresa en la sa