Muestra de fotografía: Annemarie Heinrich / Antología 1930-1960

junio 04, 2018

Lugar: Galería de arte del Cultural (Melgar 109)
Día: Del 14 de Junio al 04 de Julio, 2018
Horario: Lunes a viernes: De 10:00 am. a 8:00 pm. / Sábado: De 9:00 am. a 12:45 pm.
Ingreso libre

El Centro Cultural Peruano Norteamericano y el Centro Cultural de la Pontificia Universidad Católica del Perú, presenta una Antología de la reconocida fotógrafa alemana Annemarie Heinrich compuesta por 116 imágenes realizadas entre 1930 y 1960.

Annemarie Heinrich nos dejó un precioso y amplio legado fotográfico, llegando a ser precursora en el uso de recursos que adoptan los discursos contemporáneos y teniendo siempre como prioridad la búsqueda de la belleza. Para esta exposición, se han seleccionado obras donde se resaltan retratos de glamorosos personajes, fotografías de teatro y danza, desnudos, paisajes desérticos y experimentación.

“Ella nunca decía robar el alma –explica Alicia, su hija, en una reciente entrevista-. Hacía mucho hincapié en la relación con la persona que iba a fotografiar y, sobre todo, en la conversación. A la gente del ambiente artístico, tanto del cine como del teatro, la plástica o la literatura, por lo general la conocía. Con los que venían de la calle, se tomaba el tiempo para construir la relación. Decía que no había personas feas. Que por más feas que parecieran, tenían algo lindo y había que hacerlo salir”.

Annemarie tuvo una sutil capacidad de observación para lograr extraer de cada retratado una mirada profunda o chispeante, un gesto único, mágico. Como una ilusionista, consiguió que sus retratos se convirtieran en imágenes que siempre están en tiempo presente. Sus personajes permanecen allí, emergiendo de las sombras o bañados por la luz, pero nunca indiferentes, siempre conmoviendo al espectador.

(…) De Schönfeld, Annemarie destacaba la pericia en el uso del flou, una técnica muy utilizada entonces, que producía una pequeña y gradual invasión de las partes claras de la imagen sobre las oscuras. De este modo se suavizaba el efecto de nitidez, logrando una imagen evanescente, un cierto clima de ensueño que favorecía especialmente los retratos femeninos. En este caso, el de las mujeres de la alta sociedad, clientas del estudio, que veían resaltados sus ojos, labios y cabellos y disimuladas las imperfecciones de la piel. El efecto, ya utilizado por los retratistas de la escuela pictorialista del siglo XIX, se lograba con el uso de los objetivos Imagron, con los que se podía controlar la intensidad del efecto flou según el interés o la necesidad del fotógrafo. Este tipo de objetivo era el recurso técnico sobre el que se asentaba, muchas veces, la estética propia del retrato femenino de figuras del espectáculo en las décadas del 30 al 50. Annemarie lo utilizó cuando la imagen buscada así lo requería (…)

Estas imágenes forman parte de un archivo compuesto por más de 15,000 negativos, contactos y copias conservados por sus hijos, los fotógrafos Ricardo y Alicia Sanguinetti.